Siempre empezaremos con capital propio para iniciar una empresa, salvo que seas hijo de un padre millonario. Es casi imposible hoy en día encontrar una empresa que inicie con un préstamo bancario. Esto, por supuesto, no es con la intención de desanimarlos, pero es una realidad, y tenemos que hacer frente a ella. A continuación te comparto estas 1. Empezarás con recursos propios: Es más viable obtener un crédito cuando el negocio ya esté en marcha, pues casi no hay instituciones que se arriesguen a dar dinero a proyectos que están por iniciar, de futuro incierto. El capital semilla escasea en el país. Deberás demostrar que todo marcha bien: Tendrás que convencer a la entidad financiera de que le pagarás el crédito, porque tu negocio es rentable, es decir, tiene ventas, seguridad de abasto con los proveedores, y puede atender su producción. ![]() El crédito debe convenirte: Deberás hacer cuentas de lo que significaría pagar la cuota y las tasas de interés; si a pesar de estos gastos, tu negocio sigue teniendo ganancias, el crédito te conviene. De lo contrario, hay que rechazarlo. En todo caso, busca un socio o un inversionista, no un financiamiento. Compararás distintas opciones: Fíjate en las tasas de interés, las comisiones y el tipo de garantías que te exigen. También toma en cuenta la calidad en la atención, que sea un lugar en el que te sientas a gusto con el trato y las atenciones que te brindan. Necesitarás asesoría: Ya sea de la propia financiera a la que te acerques o de un especialista en el tema, pero a menos de que cuentes con preparación en finanzas, lo más conveniente es que solicites ayuda para preparar tu negocio al crédito. Un gran error que cometen muchos empresarios es intentar hacer un plan financiero sin los conocimientos que eso conlleva. Expón tu situación con un analista financiero o contador, ellos sabrán guiarte para medir si tu negocio es rentable o no. ![]() ![]() Hay preferencias: Entre menos riesgo implique un negocio, más fácilmente obtendrá un crédito. Por ejemplo, un restaurante podría considerarse menos arriesgado que una casa productora. 7. Las franquicias son favoritas: Dado que son “negocios probados” hay más créditos para ellos. 8. Leer y preguntar es básico: Entiende el contrato y resuelve todas tus dudas antes de firmarlo. Más vale pedir ayuda a tiempo: Si prevés un atraso o pago incompleto del crédito, debes comunicarlo a tiempo a la fuente de financiamiento y demostrarle voluntad de pago. Verdad de oro: En un negocio, el crédito sirve para generar más riqueza. Como verás, nadie te va a dar un crédito así como así y tampoco podemos llegar con el banco a pedir un carro que “creemos” usaremos para nuestro negocio; las cosas no funcionan de ese modo. Fuente | Mi propio Jefe. 10 realidades sobre el financiamiento. A continuación te comparto estas 10 realidades sobre el financiamiento para los emprendedores: 1. Será menos complicado tener crédito si tu empresa ya está en marcha. Con asesoría de Beatriz Galván Gómez, especialista en microfinanzas y asesora para intermediarios financieros agropecuarios. También es directora general de la microempresa Campos del Cielo (exportadora de hierbas de olor orgánicas). ![]() ![]()
Si estás buscando créditos para emprendedores, estas son las realidades que. para ser consciente sobre el. en vez de un financiamiento. También con asesoría de Pedro Martínez Brito, presidente del Comité de Responsabilidad y Comunicación de la Asociación Mexicana de Entidades Financieras Especializadas (AMFE). Más allá de las ilusiones (y la necesidad) de emprender un negocio propio, hay una realidad innegable: el dinero para abrir la empresa. Y luego sostenerla. En el momento de tomar la decisión,hay que saber lo que realmente está al alcance de los emprendedores en materia de crédito. He aquí, 1. 0 verdades: 1. Empiezas con recursos propios. Siempre será más viable que obtengas un crédito cuando el negocio ya esté en marcha. La mayoría de los emprendedores consigue capital con parientes, amigos, ahorros propios o esquemas como alianzas y sociedades. Esto se debe a que casi no hay instituciones que se arriesguen a dar dinero a proyectos que están por iniciar, de futuro incierto. El capital semilla escasea en el país. Deberás demostrar que todo marcha bien. Una vez que la empresa esté en funcionamiento, tendrás que convencer a la entidad financiera de que le pagarás el crédito, porque el negocio es rentable, es decir, tiene ventas, seguridad de abasto con los proveedores, y puede atender su producción. La cuenta tiene que convenirte. Una vez que te expliquen las condiciones del crédito, deberás hacer cuentas de lo que significaría pagar la cuota y las tasas de interés. Si ves que a pesar de estos pagos, el negocio sigue teniendo ganancias, entonces el crédito te conviene. De lo contrario, hay que rechazarlo. En todo caso, busca un socio o un inversionista, no un financiamiento. Esta es una verdad de oro: en un negocio, el crédito sirve para generar más riqueza. Es preciso que compares distintas opciones de crédito antes de quedarte con alguna. La conveniencia de que sea un banco o una Sofom, por ejemplo, variará según el tipo de crédito que deseas, el monto, el plazo, etcétera. En esta fase deberás fijarte no sólo en las tasas de interés a pagar, también en las comisiones y en el tipo de garantías que te exigen. Hay otro punto que poco se menciona y que también importa mucho: la calidad en la atención. Que sea un lugar en el que te sientas a gusto con el trato y las atenciones que te brindan. De las tasas de interés. Las tasas de interés variarán acorde con el tipo de crédito y de intermediario financiero que se contrate. Pero podemos hablar de rangos. Normalmente, los créditos menores de 1. Sus tiempos de respuesta son rápidos. Préstamos de entre 1. Aquí el tiempo de respuesta puede variar de un día a dos semanas, mientras que las tasas de interés oscilan de 2. Los financiamientos para las grandes industrias suelen ser otorgados por la banca especializada, que maneja una tasa de interés de 6% anual, e implican un largo tiempo de respuesta, acorde al minucioso análisis que hacen para conceder el dinero. Necesitarás asesoría. Ya sea de la propia financiera a la que te acerques o de un especialista en el tema, pero a menos que cuentes con preparación en finanzas, lo más conveniente es que solicites ayuda para preparar tu negocio al crédito. Cualquier intermediario financiero te solicitará: • Presentar un proyecto viable y rentable en papel, demostrado con números. Que tengas garantías para ofrecer. Que no tengas antecedentes negativos en buró de crédito. La documentación que respalda al negocio. Cada intermediario tiene sus formatos de análisis del proyecto: solicitudes, prevención de lavado de dinero, y toda aquella documentación que le brinde conocimiento del cliente. Hay preferencias. Entre menos riesgo implique un negocio, más fácilmente obtendrás el crédito. Por ejemplo, un restaurante podría considerarse menos arriesgado que una casa productora. Esto puede compensarse si se acude a financieras especializadas. Por ejemplo, para los proyectos agropecuarios hay entidades de crédito que sólo se dedican a dar financiamientos al campo. Las franquicias son favoritas. Dado que son “negocios probados” hay más créditos para quienes desean adquirir este tipo de empresas. La Secretaría de Economía maneja opciones en este sentido. Leer y preguntar es básico. La verdad es que la mayoría de los contratantes de un crédito (cualquier financiamiento) no leen los contratos con detenimiento. Como siempre, hay que recomendar que se entienda el trato y se resuelvan todas las dudas antes de firmarlo. Más vale pedir ayuda a tiempo. Si algo no va como esperabas y prevés un atraso o pago incompleto del crédito, esto debes comunicarlo a tiempo a la fuente de financiamiento y demostrarle voluntad de pago. Que prevalezca la comunicación, para que no caigas en insolvencia. Lo que hay que saber. Hay dos tipos de crédito básico para los negocios: 1. De capital de trabajo. Este financiamiento se usa para comprar algo que necesite el negocio y se paga en cuanto se hace la venta del bien o servicio. Claro, con sus debidos intereses. Generalmente son créditos a liquidar en el corto plazo. Por ejemplo, un taller de costura puede solicitar un crédito para comprar la tela de un pedido especial y pagarlo en cuanto su cliente cubra su parte. De activos fijos. Sirve para comprar bienes duraderos para el negocio. En el mismo ejemplo del taller de costura, veríamos que en este caso se solicitaría el financiamiento para comprar máquinas de coser, para ampliar el negocio. Usualmente se pagan en varios meses y a plazos, con intereses. Encuentra tips para usar el crédito a tu favor en twitter con el hashtag #Crédito. Para. Crecer de @Condusef. Mx. Descarga el pdf de este artículo, da clic aquí.
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November 2017
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